CICATRICES POSPARTO ¿HAY QUE TOCARLAS?

CICATRICES POSPARTO:

La mayoría de las personas tenemos alguna cicatriz; de mayor o menor importancia, pero en muchos de los casos, las cicatrices hay que tratarlas; hay que "tocarlas".

A nuestra consulta llegan muchas personas con patologías varias, pero cuando estamos ante pacientes en posparto es muy habitual encontrarnos con cicatrices de episiotomías, desgarros o cesáreas que en muchos de los casos refieren dolor, tirantez, durezas... Es muy importante tratarlas con una fisioterapia especializada para recuperarnos cuanto antes y no tener reparos o miedos a tocar esas zonas.

¿CUÁNDO HAY QUE EMPEZAR A TRATAR LA CICATRIZ?

Lo antes posible. Una vez se hayan caído los puntos y el médico o la matrona nos haya dado el "ok", debemos empezar a tratar la cicatriz con fisioterapia especializada en suelo pélvico para obtener un buen resultado, y a conseguir que la zona tenga la función y el aspecto lo más parecido posible al anterior a la cicatriz.

¿POR QUÉ DEBO "TOCAR " LA CICATRIZ?

El cuerpo utiliza la inflamación para reparar los tejidos y se forma la cicatriz.

Esa cicatriz tiene un componente elástico y un componente fibroso. Si la cicatriz no se "toca"; es decir, si no la tratamos con una fisioterapia espacializada en suelo pélvico adecuada, ese tejido nuevo que se crea, se convierte en un tejido desordenado y duro, poco elástico. Además, hay algunas personas que pueden llegar a cicatrizar mal; en estos casos nos encontraremos ante lo que se conoce como cicatriz queloide cuyo aspecto es el de una cicatriz gruesa y dura.

TRATAMIENTO DE LA CICATRIZ POSPARTO

Para evitar que el tejido cicatricial nuevo que se forma se endurezca y que se peguen las capas de la piel, la fascia y el músculo y queden poco móviles, poco funcional (porque el problema de las cicatrices es que éstas restringen la movilidad entre los tejidos subyacentes) se trata la cicatriz de forma manual, con masaje cicatricial y con algunas indicaciones de fisioterapia para conseguir darle un estimulo mecánico a esas fibras y que se reordenen; para que no se formen las nuevas fibras de forma caótica sino de forma ordenada, alineada para que ese tejido sea lo más elástico posible y sea funcional.

Existen en el mercado algunas cremas o algunos apósitos que ayudan de forma superficial a mejorar la calidad del tejido pero cuando hay cicatrices más profundas (como la cicatriz de la cesárea por ejemplo, o la de episiotomía o desgarro que afecta a la capa muscular) es necesario hacer un tratamiento manual profundo para llegar a esas capas inferiores porque trabajar solo la capa superficial no es suficiente para recuperar la elasticidad y funcionalidad de ese tejido.

Además cuando la cicatriz se crea en un músculo; ese músculo inhibe su acción; es decir, deja de funcionar durante una temporada para protegerse del daño, y, el hecho de que tratemos la cicatriz para que se quede lo más elástico posible, va a favorecer también que se recupere la función muscular lo antes posible (como es en el caso del transverso del abdomen o el periné en las episiotomías o en los desgarros).

Por ello es importante tratar la cicatriz con fisioterapia especializada en suelo pélvico para que el tejido se recupere y no se quede doloroso (porque ese es un efecto secundario de las cicatrices; que pueden quedar dolorosas y por eso a veces no queremos ni tocarlas ni queremos contraer el músculo que hay debajo), entonces, con el masaje cicatricial le damos flexibilidad a ese tejido, eliminamos puntos de dolor y podemos recuperar más fácilmente la función muscular, lo cual es importante porque si dejamos la cicatriz a su suerte el músculo puede que no recupere su funcionalidad correctamente.